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En medio del movimiento #Metoo,Mónica Lewinsky,ex becaria de la Casa Blanca,brinda su versión del escándalo sexual que vivió hace 20 años con el ex Presidente de los Estados Unidos,Bill Clinton y aunque no está segura si su caso está dentro del movimiento,sí ve que existió un abuso de poder y solo ella pagó el precio.
“Ahora me doy cuenta de lo problemático que fue hasta que los dos llegáramos a la cuestión del consentimiento.El camino que llevaba hasta allí estaba plagado de abuso inapropiado de la autoridad, posición y privilegio”, escribió Lewinsky en una columna para la edición de marzo la revista Vanity Fair.
Afirmó que aunque la relación fue consensuada fue lo que vino después para ella lo que la hizo sentir el gran peso del poder.
“Hay muchas más mujeres y hombres cuyas historias necesitan ser escuchadas antes que la mía”.
“Hay también algunas personas que sienten que mis experiencias en la Casa Blanca no tienen que ver con este movimiento, que lo que pasó entre Bill Clinton y yo no fue una agresión sexual, a pesar de que ahora reconocemos que fue un gran abuso de poder”.
“Era el hombre más poderoso del planeta, tenía 27 años más que yo y suficiente experiencia de vida”, subraya,mientras que ella estaba en su primer empleo.
“Me sorprende el coraje de las mujeres que se han levantado y han comenzado a confrontar creencias e instituciones arraigadas.Pero ¿en cuanto a mí, mi historia y cómo encajo personalmente? Lamento decir que aún no tengo una respuesta definitiva sobre el significado de todos los eventos que llevaron a la investigación de 1998. Estoy desempacando y reprocesando lo que me sucedió, una y otra vez”.
Reconoce que el movimiento Me too la puso a pensar sobre su romance con el expresidente y el abuso que vino después,al sentirse un chivo expiatorio para proteger la posición de poder de Clinton,analiza Lewinsky,hoyde 44 años de edad.
Revela que siempre anheló algún tipo de disculpa,pero nunca llegó.
“Meramente me dijo, con su sonrisa inescrutable:’Sé que fue desafortunado'”.
El precio lo pagó alto,porque luego de la investigación del fiscal especial Kenneth Starr,Bill Clinton seguía con su presidencia, pero ella ella se vio aislada laboralmente,lo que le generó estrés postraumático.
«He estado sola. Tan, tan sola. Públicamente sola, abandonada por la mayoría de las personas clave envueltas en la crisis, quienes de hecho me conocían bien.Todos podemos estar de acuerdo en que cometí errores, pero tener que nadar en ese mar de soledad fue aterrador», afirmó.
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