Thalía ha cambiado, deja su imagen de millonaria y además desea que su hija conozca un mercado mexicano

Thalía se queja que su vida rodeada de grandes lujos ha prohibido la tomen en cuenta en cuanto calidad interpretativa, así que se renovó y se presentó a cara lavada, vulnerable, peinada con una coleta y jeans durante el lanzamiento de su nuevo álbum Primera Fila.

Aunque puede ser tomado como un puro asunto de mercadotecnia, la cantante mexicana asegura que su renovación fue integral, desde lo profundo de su alma y está contenta de borrar esa imagen preconcebida de que tiene status y todo se le da fácil; olvidando la gente que ante todo es una artista.

“El tener el peso de esos conceptos encima de mí ha sido fuerte, pero me encanta porque con el contenido de este material es contestar un poco exactamente a eso, a esas dudas y a esas imágenes tan preconcebidas”, dijo la cantante.

Esa imagen irreal de ella en los medios, reconoció que también en algún sentido la provocó, pero no se arrepiente de la visión que plasmó en cada momento de su vida.

“Con este trabajo me quite un peso de encima, un peso maravilloso que me ha puesto donde estoy hoy, porque no me puedo quejar, ni quiero quejarme estoy orgullosa de cada paso que he dado y de cada imagen que he construido y he ayudado a construir, pero hoy día estoy más orgullosa que nunca de este proyecto”.

Thalía comparte esta renovación:”(Es un momento de) realización, reestructuración en toda mi vida emocional, física, mental, espiritual y musical”, apuntó.

Fue el nacimiento de su hija y padecer la enfermedad de Lyme lo que la hizo hacer un alto y renovarse.

Thalía es más humana que nunca y así como presentó en Primera Fila, dice es en la vida real, viste de jeans y juega en el piso con su hija Sabrina Sakae.

Una revista de sociales le cuestionó si le gustaría su hija viviera en México-ahora vive en Nueva York- y aclaró que: “Yo voy a México hasta tres veces al año, pero camuflajeada para que no me reconozcan”.

Compartió que lo que más le gustaría ahora es que su hija conozca un mercado mexicano, por lo pintoresco de sus piñatas, el color de sus verduras y frutas,  y lo tradicional que se encuentra en el lugar. Además  desea que Sabrina escuche gritar a las vendedoras: “Pásele marchanta”,  pero Thalía ríe que en este caso tendrá que portar una máscara de luchador, para no ser reconocida.

La Columnaria Blog

Francis López con apoyo de agencias