Se apagan las luces del Teatro Versalles
27 abril, 2021Luis Miguel y su harem con más de 42 mujeres
28 abril, 2021La conservadora sociedad regiomontana a principios de marzo del 2007 se cimbró con la noticia de que la conductora Elsa Burgos, a tan solo 12 días de que terminó oficialmente su relación con el también conductor Fernando Lozano, separó misa para casarse en la Catedral de Monterrey con Sergio Siller, su ex novio de adolescencia.
La noticia de su boda con su ex novio acaparó las portadas de los diarios de la localidad y dejó en segunda importancia el nacimiento de la hija de Salma Hayek, Valentina Pinault. La pareja por primera vez contó cómo es que se dio su historia de amor para “Esta Noche con Miguel Ángel”, emisión que se transmite por You Tube.
Burgos no se arrepiente, hoy está plena y feliz del matrimonio que formó con Sergio Siller y siente que todo fue cosa del destino. Aunque los preparativos de boda con Fernando Lozano iban avanzados, reveló que algo no estaba bien en su relación, la enseñanza que esto le dejó es que no debes forzar a alguien a vivir tu propia felicidad.
Recuerda el escándalo que cambiaría de novio en el altar: “Todo mundo hablaba de mí y se dijeron cosas muy feas y en serio fue una pesadilla para todos”, pero hoy explica la verdad de cómo se dieron las cosas. Su corazón le decía que su ex no estaba en la misma sintonía, para entonces Siller también tenía compromiso de casarse, pero de pronto él le dijo a su madre que no se quería casar. Esos sentimientos de ambos se mezclaban en caminos separados, destacaron que nunca se habían visto físicamente desde que terminaron, pero llevaban una amistad telefónica.
“Lo que él sentía, yo también lo sentía, pero hablábamos como amigos, más nunca nos vimos”, narró Elsa.
Ver una portada de revista en donde se anunciaba el compromiso de Elsa, entonces conductora de Ellas con las Estrellas, animó a Sergio a contactarla y pedirle verse; ella se negó al estar comprometida, pero aceptó porque él le dijo que una vez viéndose, si ella aún decidía casarse, entonces él lo iba a respetar. En el encuentro lo que sintieron al abrazarse les hizo saber que aún se amaban y él sin pensarlo le dijo: “Cásate conmigo”.
“Cuando lo veo yo dije ya valio m@dre este ped.., no me voy a casar. Cuando él me saluda y me abraza yo lo huelo y se me salían las lágrimas y me decía qué voy a hacer, porque nadie se merece tampoco eso, por lo que para nosotros fue decir ¿y ahora qué hacemos?”
“Él me dijo No te cases, cásate conmigo”, recordó Elsa que él no lo dudó.
-“En ese mismo momento”, agregó Siller quien reconoce se encontraba emocionado de ver al amor de su vida luego de seis años.
Sobre la decisión de terminar con su ex para casarse con quien también considera el amor de su vida explicó: “Yo sentía que él no estaba tan decidido a casarse, era lo que seguía después de cuatro años de relación, pero yo no le veía estas ganas de ¡Sí! ¿Sabes? Para casarte tú tienes que estar más que convencido, sumamente enamorado, es como cuando te vas a aventar a un precipicio y alguien te dice no te va a pasar nada, pero tú sabes que sí. Si ves que tu pareja con la que tú vas a brincar al precipicio también tiene miedo, entonces no te avientas”.
El mismo ánimo que Siller mostró de tener una familia le hizo saber que era el hombre correcto.