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18 abril, 2022La magia del teatro musical llenó por todo lo alto la Arena Monterrey y fue de la mano de Carlos Rivera, Kalimba y Fela Domínguez, que con José El Soñador ofrecieron un espectáculo multicolor que quedará para la memoria del espectáculo local.
El talento vocal de este trío logró impactar a quienes respondieron en masa para la primera de las funciones de la producción, original en música y letra de Andrew Lloyd Webber y Tim Rice, traída por Alejandro Gou, bajo la dirección de Mariano Detry.
Rivera, Kalimba y Domínguez opacaron con sus interpretaciones las fallas técnicas que se presentaron, pues cada uno imprimió su sello al personaje; Rivera como José, Kalimba como el faraón y Domínguez como la narradora, se unieron a bailarines y cantantes para hacer las delicias de los regios ávidos de este tipo de espectáculos.
No faltaron los gritos para Carlos Rivera, los aplausos encendidos para Fela Domínguez y para Kalimba, que casi se roba la tarde con personaje de faraón desenfadado. Punto y aparte es el talento de los 11 hermanos de José, tanto en el baile como en el canto.
La magia radica en que la historia, presentada en formato para estadio, no se perciba su larga duración de aproximadamente tres horas, pues el tono festivo y la espectacularidad de las coreografías mostradas en un escenario llena de color, ofrece un banquete visual y auditivo agradable.
José El Soñador de Gou Producciones es un deleite porque muestra al hijo de Jacob en un relato pleno de mensajes de amor y concordia; el guion está basado en la versión mexicana de Julissa de los años 60, pero se presenta de manera renovada en el vestuario, movimientos y claro está, en la tecnología empleada: pantallas led que hacen las veces de telones móviles en los que los gráficos podían mostrar los grandes salones egipcios, el Río Nilo o las vacas flacas de las pesadillas del faraón.
Es precisamente en “los fierros” donde se notó la falla; incluso antes de iniciar el espectáculo, las pantallas se mostraban encendidas, pero no en su totalidad, lo que disgustó a una parte de los asistentes a la obra.
Sin embargo, a juzgar por los comentarios del público al salir del recinto, algunos alborotados alrededor de los módulos de venta de mercancía alrededor del recinto (dentro y fuera de él), los bailecitos de otros tantos saliendo del lugar y tarareando las melodías del espectáculo, José El Soñador dio en el clavo en el gusto de los regiomontanos.
Esta exigente masa de gente, seguramente esperará alguna otra oferta de similar calidad para seguir gozando al máximo en esta etapa pospandémica que cada vez más prescinde del cubrebocas en lugares cerrados y hacen votos para que esto sea el reinicio de todo.
Por: Vicente Guerrero
Fotos: Luis López