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29 agosto, 2022En su regreso a tierras regias, Alejandra Guzmán cumplió en complacer a su fanaticada con un show espectacular, lleno de desmadre y sorpresas…Aunque también de accidentes, porque estuvo a punto de caer en el escenario de no ser auxiliada por Fey, una de los tantos invitados a esta gran noche.
Un total de 9 mil 500 personas se reunieron en la Arena Monterrey, deseosas de entonar con ella sus éxitos de hoy de siempre, de admirar su entereza ante las adversidades de la vida y de recibir de su ronco pecho mensajes de entusiasmo, como ella única lo puede hacer: rockeando al máximo.
Y por si fuera poco, la acompañaron en el escenario quienes dijo son sus amigos de toda la vida, a quienes ama y admira: Aleks Syntek, Érik Rubín y Fey, quienes arroparon a la “reina de corazones” de la música mexicana para hacer de su “Tuya Tour” toda una fiesta.
Aunque para algunos pudiera haber sido insuficiente, el show contuvo dosis de emoción, rock al máximo y una entrega total de parte de la intérprete que logró conectar de principio a fin con la audiencia.
La parafernalia de luces robóticas, efectos de humo y pirotecnia sobre el escenario anunciaron la llegada de la hija del ícono Silvia Pinal con “Quiero Más de Ti”, mostrando a una Alejandra Guzmán fuerte en un atuendo de falda de latón que luego le jugaría una mala pasada.
Avanzado el concierto, entre las subidas y bajadas del entarimado, la prenda se aflojó y se despegó del top de su atuendo, por lo que pidió auxilio a su equipo que al final no fue el adecuado.
“¡Rómpela, cabrón! Si fuera tu novia sí lo harías…”, espetó sin reparos al técnico que la liberó de la pieza de latón para continuar cantando “Luz de Luna”.
“Yo pensé que la falda me iba a durar, pues era de latón, ¡y no me duró nada!”, exclamó.
Bromista, desenfadada y con la energía suficiente para cimbrar el recinto, acompañada de sus músicos y coristas, la Guzmán aseguró que ella le trajo a Monterrey la lluvia que, efectivamente, afuera de la Arena provocaba complicaciones en la vialidad.
“Llegué ayer y les traje la lluvia. Te juro que le dije al chofer ‘mira, como llevo como dos o tres shows bajo la lluvia, vas a ver que va a llover’, ¡y llovió! Bendito sea. Si no íbamos a llegar con ese look más rockero, más mugrosón…”, dijo ante el público que le celebró el chistoso comentario para continuar luego con “Un Grito en la Noche”.
El momento emotivo se dio cuando le dedicó la siguiente rola a su público, no sin antes hacerles saber que ese fue su sueño desde pequeña.
“Sé que nos conocemos desde hace años, desde mocosas. Ustedes son mi pasión. Siempre soñé con un público, siempre soñé en algo para mí. Me han acompañado tantos años de mi vida, he estado arriba, abajo, no importa. No he dejado de ser la misma, es lo que sé hacer, cantar bailar y echar desmadre”.
Con el público ya entusiasmado al máximo, la rockera hizo pasar a su amigo, el compositor e intérprete Aleks Syntek con quien entonó “Sexo, Pudor y Lágrimas”, luego con un emotivo abrazo trajo a Erik Rubín, quien, cuenta la leyenda disputó su amor con La Chica Dorada, Paulina. Con él, la Guzmán interpretó “Volverte a Amar” para delicia de la fanaticada.
En el programa incluyó “Mala Hierba”, “Hacer el Amor con Otro” y “Toda la Mitad” en la que mostró sus pasos de pole position, además de padecer problemas con su aparato auricular.
Fue antes de cantar “Mi Primer Error”, que externó su sentir más profundo.
“Híjole, la verdad es que… cuántas cosas han pasado desde que nos volvimos a ver. Me doy cuenta de que la vida es muy frágil, de que siempre voy a tener en mi camino escalones. Yo creo que he pasado el más fuerte, el más duro, pero recordé quien soy, a veces cuesta trabajo defender mi alma, pero la luz y la verdad que está en mí es lo que me deja vivir en paz. Gracias por permitirme ser quien soy, por verme caer, volverme vulnerable.
“Después de tanto y de tocar fondo vale la pena vivir así, a flor de piel y pagar todo lo que se tenga que pagar en esta vida, aprender de los errores y volverme a levantar. Y le doy gracias a la vida por la música, por el aplauso, por la pasión. Porque esta noche es real, esta noche me la llevo en el corazón. Vale la pena la lucha, vale la pena las cicatrices, todas estas”, expresó emotiva lo que provocó el alarido del público, sobre todo cuando la Guzmán les mostró sus piernas.
Fey entró luego para hacerse una con la Guzmán en “Eternamente Bella” y fue tal la emoción que al bajar las escalinatas, la cantante de 54 años, aún en tacones, perdió pisada.
“¡Gracias!”, le dijo la Guzmán a Fey por el gesto de ayudarla, pues de no ser porque iban tomadas de la mano, Alejandra hubiera terminado en el suelo.
Ya sin calzado, la hija Enrique Guzmán ofreció como encore “Verano Peligroso”, uno de sus éxitos con el que selló una noche de rock y locura.
Por Vicente Guerrero
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