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Aunque acaba de vivir uno de los momentos más importantes y felices de su vida, Selena Gomez confesó que su boda con Benny Blanco también estuvo marcada por la ansiedad.
Durante su participación en un evento sobre liderazgo femenino en Washington D.C., la cantante habló abiertamente sobre el difícil equilibrio emocional que enfrenta cada vez que algo bueno sucede en su vida. En este caso, ni siquiera su matrimonio fue la excepción.
“Después de casarme, lloré. Me invadió la idea de que algo malo podía pasar. Así funciono: cuando algo va bien, siento que inevitablemente algo saldrá mal”, compartió la artista de 33 años.
Selena y Benny mantuvieron una relación durante dos años antes de dar el sí. Aunque celebraron la ceremonia en privado, algunos detalles comenzaron a salir a la luz en redes, incluyendo imágenes íntimas de la pareja y comentarios de amigos cercanos.
Más allá del romanticismo, Selena también habló sobre el temor constante que experimenta ante los logros personales, desde un álbum exitoso hasta su boda.
“Siempre me entra esta idea de que todo podría terminar mañana. Me cuesta simplemente disfrutar. En vez de sentirme plena, me pregunto cómo puedo evitar que todo se derrumbe”, explicó.
Para la cantante, estos pensamientos no son nuevos. Asegura que, aunque está agradecida por los buenos momentos, su mente muchas veces la lleva a imaginar escenarios extremos, incluso después de un evento tan significativo como su matrimonio.
“Me casé y lloré porque pensé que al día siguiente podría morirme. No sé por qué. Supongo que así es como he aprendido a enfrentar las cosas”, dijo, mostrando una vez más su valentía al hablar de salud mental sin filtros.
*Este texto fue revisado por una inteligencia artificial (IA).
