De quesos y otras cosas
1 septiembre, 2011El Dios rating
9 septiembre, 2011La Columnaria
Un asunto que competía a sólo dos personas adultas se convirtió en un interés nacional y de gran hit en las redes sociales.Apenas semanas anteriores todavía la muerte de 52 personas en el Casino Royale de Monterrey nos tenía en shock por la situación de inseguridad del país y hoy nos preocupa más si Carlos Loret de Mola y Laura G sostuvieron un encuentro íntimo en una cabaña ubicada en el paraje La Marquesa.
Laura G es una joven regiomontana que inició su trayectora en la televisión local de Monterrey y tenía un lugar ganado, sin embargo la intrépida joven quiso volar alto y logró a base de trabajo, esfuerzo y muchos obstáculos obtener un nombre a nivel nacional. En Televisa México quisieron llamarla Laura a secas,ella defendió su apelativo que le hizo famosa en su tierra: Laura G.
Y su estilo gritón muy del norte destacó con seguidores y detractores, pero el tener la presencia en cuatro programas de Televisa México es para envidiar, acusarla de mala compañera, y señalar con el dedo acusador. Sea cierto o no todas las leyendas que giran en torno a G, lo cuestionable es que los conductores se exhiben al sentirse las propias estrellas que gustan dar la nota con sus más íntimos secretos cual chismes de vecindad. Como se hace ahora con este escándalo que diera a conocer TV Notas y retomara el prestigiado diario nacional Reforma que cayó a niveles de la prensa rosa.
En un ir y venir del chisme la chica de mediana estatura ha sido lapidada por todos y todas, aquí la defensa de género no se ve por ningún lado, cuando esta menuda chica es la única en esta historia que declaró: “Sí estuve en la cabaña y la de las fotos soy yo”.
En esta historia hay dos, pero el hombre acusado de adulterio -cual pacto del club de Tobi- fue defendido anoche por sus amigos compañeros de oficio en Tercer Grado, programa en donde antes de hablar de política se dio lugar a este asunto, bajo una actitud 100 % machista, porque no se mencionó a la mujer que estuvo cinco horas compartiendo con el respetable periodista que salió del punto de encuentro a puntillas cubriéndose el rostro.
Mientras los integrantes del club lo defendían, él no dijo ni pió. Metió como el avestruz el rostro bajo la tierra.
¿Qué pasó en la cabaña? No nos debería importar.
Sino que se mide con distinta vara.
Aparentemente es más importante limpiar el honor de un periodista del más importante noticiero de Televisa- aludiendo golpeteo personalísimo del diario Reforma-que limpiar la imagen de una conductora y reportera de espectáculos.
En todo caso si de limpiar los trapos sucios se trata deberían ¡meter todos a lavar!
¿Tienes el valor o te vale?
Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra…