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La actriz, quien se le recuerda por su papel de la Maestra Ximena en la telenovela Carrusel, comentó que en el reality show hasta le pidieron que se quitara la ropa ante las cámaras.
“Ese programa destruye, no construye. Les importa más que te pelees y que hagas jaladas con tal de aumentar el rating, pero no, ya estoy bien vieja para hacer payasadas en el circo”, afirmó Gaby en entrevista con el diario Reforma.
El reality, añadió, en una ocasión realizó la dinámica “una noche caliente” para la semifinal, así que les pidieron que se quitaran la ropa mientras bailaban.
“Les dije que yo no iba a hacer eso, que me sacaran del programa y no quisieron. Renuncié, no aceptaron mi renuncia y me dijeron que si me iba, tenía que pagar una cláusula de medio millón de dólares. Duré dos meses ahí .Lo peor es que todo era un relajo. Yo ya estaba cansada y en medio de una mudanza, porque vendimos el departamento, mi esposo se quedó haciendo todo y yo con toda esa presión, me harté, me enojé muchísimo y le rayé el coche a un compañero de la empresa”.
“Ellos se aprovecharon y lo pusieron como si ellos me hubieran descubierto, ni siquiera tengo una demanda, hicieron todo un circo para hacer contenido en el programa y, bueno, me agarraron de sorpresa, tampoco quería que me felicitaran por eso. Sé que estuvo mal, pero tampoco era para tanto. Se ensañaron conmigo y pagué mil 600 dólares por el rayón”.
Gaby comentó que la producción de Mi Sueño Es Bailar hizo mucho escándalo y hasta subió el video a YouTube.
“Hicieron mucho ruido, debieron de haberme pagado doble, porque nunca se imaginaron que iban a tener 500 mil visitas.
“Yo llevé a Daniela Romo y a Angélica Vale. ¿Tú crees que ellas iban a ir a un programa así sin decirles yo?”.
Pero de todas las malas experiencias que vivió, dijo, está sacando lo bueno, como su amistad con Brian, su bailarín.
“También aprendí que lo más importante es que leas todas las cláusulas antes de firmar un contrato. Yo no las leí porque pensé que Kiko (su esposo) me iba a decir que no.
“Pero me animó porque sabe que me gusta mucho bailar y me pagaban 4 mil dólares a la semana más viáticos, por eso acepté”.
Aseguró que nunca se imaginó el tipo de programa que era.
Gaby entró a Mi Sueño Es Bailar a principios de marzo y fue expulsada el 1 de mayo, luego de ser acusada de vandalismo.