
Vocalista de los Yonic´s se encuentra hospitalizado por Covid
28 mayo, 2021
Caballo Dorado se adapta a las plataformas digitales
4 abril, 2022
Vuelve Intocable a la Arena Monterrey para ofrecer un concierto memorable, luego de más de año y medio de no presentarse en esta plaza.
Intocable lo hizo de nuevo y logró hacer que con su maratón musical este fin de año fuera para 9 mil 500 personas reunidas en la Arena Monterrey una oportunidad para el reencuentro con las emociones y los sentimientos.
La banda de Zapata, Texas, conectó de principio a fin, incluso sin importar que lo hiciera una hora después de lo programado, ¡les perdonaron todo!
Y es que el espectáculo de la agrupación liderada por Ricky Muñoz, que se extendió por tres horas, fue de nueva cuenta el momento propicio para liberar tensiones, luego de más de año y medio de pandemia por el COVID-19.
La audiencia se olvidó de todo, incluso hasta de llevar puesto el cubrebocas que es parte de la indumentaria obligada en estos tiempos complicados de contingencia sanitaria –pese a las indicaciones que una voz en off del equipo de Intocable les solicitara usarlo en todo momento- y se dispuso a recibir la dosis de éxitos de antaño, los más recientes y de su nueva producción.
En punto de las 10:00 horas, luego de media hora de samples de un DJ que mezcló rolas para hacer ligera la espera para ver a su grupo favorito, Intocable hizo su aparición para “disparar” una tras otra una enorme lista de canciones.
No pasó ni media hora cuando Muñoz aclaró a la audiencia que no se esforzara en solicitar sus rolas preferidas, porque ya tenían programado el set y no habría cambios en él, lo que sí les aseguró es que pasarían una noche divertida y única.
“Hay que pagar tiempo extra a su baby sitter porque habrá mucha música esta noche”, advirtió.
Arrancaron con “No te vayas” para después continuar con “Llévame contigo”, uno de sus primeros éxitos, le siguió “Amor Maldito” y “Nadie es Indispensable” para hacer la primera pausa.
Hombres y mujeres de variadas edades se dieron cita con su infaltable sombrero vaquero y vestimenta de camisa y pantalones de mezclilla, dispuestos a armar su fiesta personal en la que el alcohol, cerveza particularmente, formó parte del ritual de un fin de semana con memorable ritmo de música grupera.
En las pantallas, mientras la banda actuaba se proyectaban escenas de algunos de sus videos, de sus rutinas fuera de los escenarios e incluso de sus fotos con famosos como Ricardo Arjona, entre otras personalidades.
Entre bromas e invitaciones a pasarla bien sin pisto o con él, llegó el momento de preguntar al público por la cantidad de enamorados, de adoloridos y “por los enamorados y adoloridos, pero no de su pareja”.
“Bastó”, “Tu soledad y la mía”, “Eres mi droga”, “Es tan bello”, “Aire”, “Enséñame a olvidarte”, “Un desengaño”, “Estás que te la pelas” y “Te voy a amar”, entraron en la segunda parte del espectáculo, mientras el ambiente se antojaba de celebración total.
Se incluyó “Y todo para qué”, que fue una de las más coreadas, hasta que llegó el momento de despedirse, pero lo hicieron para regresar dos veces y cerrar así una memorable velada.
Por: Vicente Guerrero
Fotos: Luis López
