Valió la pena, sí ¿Lo volvería a hacer? No. Alan Estrada el único mexicano en abordar el sumergible Titán, hoy desaparecido, para ver los restos de El Titanic reconoce que arriesgo su vida por la aventura que vivió en época de pandemia.
El actor y YouTuber declaró a BBC que estuvo consciente de que participaba en un viaje experimental y firmó documentación en donde aceptó que podía perder la vida.
En 2021 logró patrocinadores para pagar el viaje que entonces costó 150 mil dólares, hoy representa 250 mil dolares, y compartió la experiencia en su canal de Youtube “Alan por el mundo”.
“Era una biblia, cuando lo leí me asusté mucho, básicamente decía que si te mueres es tu problema. Decía ‘estoy consciente de que me estoy subiendo a un sumergible experimental que nunca ha bajado a estas profundidades. Que puede haber fallas que provoquen lesiones o la muerte y que no son responsabilidad de la empresa. Ahí sí sentí y dije ‘estás arriesgando la vida’…pero rajarme me salía muy caro”, recordó.
Alan inició el descenso en el Titán junto a Stockton Rush, presidente de Ocean Gate, la empresa que construyó el sumergible junto con otros tres pasajeros, el piloto y la tripulación.
Sin embargo, tuvieron que reanudar rápidamente su ascenso a la superficie debido a problemas técnicos.
“Me bajoneé un poco por los patrocinadores y por la gente que los conozco cómo son, pero viendo la dimensión de la expedición lo entendí”.
Al año siguiente, regresó con nueva tripulación y pasajeros, y finalmente emprendió la expedición que resultaría ser el viaje más peligroso que jamás había emprendido.
En ese momento, su ansiedad superó cualquier sentimiento de emoción.
“El mayor riesgo de una expedición de ese tipo, sobre todo la que nosotros hicimos …es que te puedes atorar con un fierro del barco o con una red de pescar, te pasa eso y no hay forma de que alguien baje a rescatarte, son 3,800 metros no hay otro sumergible en el mundo que pueda bajar a rescatarte y, si lo hay, está lo suficientemente lejos como para que tú te mueras antes”.
Finalmente se convenció de que todo había valido la pena cuando descendió y pudo ver los restos del legendario Titanic.
“Nos asomamos y sí es muy espectacular. Sí es un momento muy emocionante…ahí se me olvidó todo”.
No obstante, confesó que descender en el sumergible no es una experiencia tan increíble como podría imaginarse: “No es muy especial que digamos. Estás dentro de una cápsula, que es algo impensable para cualquier persona que tenga claustrofobia, pero nada más. Lo que sí es algo muy impresionante es el hecho de estar frente a ese naufragio”.
Ante la conmoción mundial por la noticia de la desaparición del Titán, ya que el reloj juega contra los pasajeros el actor informó en una conferencia de prensa que su expedición fue exitosa, pero una anterior duró 27 horas al tener problemas para recuperar el sumergible.
Estrada cree que si el Titán está intacto, los pasajeros tienen todo lo necesario para permanecer con vida por 96 horas.
“Yo espero que estén dentro de todo solo esperando a ser rescatados”, señaló el actor.
Lo malo del escenario, explicó, es que el sumergible no se puede abrir desde adentro, solo desde afuera, y en caso de estar atorado necesita de otro para ser liberado porque no cuenta con la tecnología de atrapar objetos que obstruyan su paso.
“A mí me parecieron serios los protocolos de seguridad, me sentía en el lanzamiento de un cohete, con cada parada del sumergible, ya sea en la plataforma de lanzamiento, en el agua, y antes de sumergirnos, se detenía todo el equipo, se revisaban todos los sistemas”.
Se contempla que el oxígeno de El Titán dure hasta este jueves.