“Esperaba dos monstruos, pero son normales”: Gustavo Adolfo Infante
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2 junio, 2020Américo Garza, en entrevista con Gustavo Adolfo Infante, respondió el por qué no permite que sus hijas vean a su familia materna. De entrada, ellos primero lo separaron de sus hijas, en lo que calificó como un protagonismo con la muerte de Karla Luna, cuando a él como padre le correspondía dar la lamentable noticia a sus hijas y llevarlas a despedirse de su madre.
“Les pedí que me dejaran verlas, estar con ellas, necesitaba consolarlas, cosa que no pasó, no me dejaron a mí darles la noticia”; planteó que posteriormente le llamaron y se le permitió verlas en el estacionamiento de la funeraria.
Un día después de la muerte de la madre de sus hijas, planteó se armaron argucias legales que dice no pensó discutir en ese momento, pero que no se le permitió acercarse en forma a ellas.
“Al siguiente día (del fallecimiento de Luna) voy en la mañana, no me abren, no me contestan, me habla el abogado que tenían en ese entonces me dice que no me las van a dar que porque si yo me las llevo y luego yo ya no se las dejo, que porque ellos tenían la custodia material y ahí se inventó una estrategia legal que no quise discutir en ese momento”, comentó.
Según Garza, dejó a sus hijas con sus familiares maternos una semana y nunca dejó de verlas y aunque se las quería llevar, la familia Luna no se lo permitía.
Destacó que Los Luna le exigían firmar ese mismo día del funeral un convenio, que él por la situación no les dio una negativa, pero que hablaría con sus abogados.
“El abogado en ese momento me dice que sí me va a dejar que me las lleve, pero que les firme un convenio que ahora mi situación iba a ser como la tenía con su mamá: pagando escuelas, pagando pensión, alimentos, vacaciones, ropa, teníamos ya estipulado un acuerdo, lo que se hizo en el divorcio, entonces él (abogado) me decía que ahora se los firmara a los abuelos”.
Américo poco después se llevó a sus hijas y fue entonces que recibió una amenaza de la familia Luna con hacer un “escándalo mediático” si no firmaba el convenio mencionado.
“El egoísmo de ellos de ser los ‘consolados’ y los protagonistas de la historia”, descalificó, pero aún así buscó conciliar, dejó a sus hijas un tiempo con ellos, pese a que nunca dejaron de presionarlo a través de su abogado para que les firmara el convenio.
Determinado sustrajo a sus hijas del hogar de los abuelos, en su versión dice que el abogado de la familia Luna se comunicó para amenazarlo que las regresara o que firmara, o se metería en un lío mediático, sin temor le respondió: “Haz lo que tengas que hacer”; y así fue como la Procuraduría General de Justicia de Nuevo León lanzó la alerta Amber por la desaparición de las menores, que él considera fue posible por un tráfico de influencias.
“Le dije quería estuvieran conscientes de que el lugar de mis hijas es conmigo, no con ellos. Claro que tienen derecho de verlos, cuando ellas quieran”.
Acto seguido llegó la Alerta Amber y exclamó: “No voy a decir quién los favoreció (para ello), pero les ayudaron”.
-O sea, fue un tráfico de influencias, , le cuestionó Infante.
A lo que Américo Garza asentó con su cabeza.
La alerta fue desactivada y ya sin efecto el martes 10 de octubre de 2017, al pasar el periodo de tres días, y comprobarse que el padre las tenía en su poder y se entendía que sabía de su paradero.
“De Primera Mano” presentará a lo largo de la semana más detalles de las entrevistas a Garza y a su esposa Karla Panini.