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4 diciembre, 2022En el mundo llamado “Jaripeo Sin Fronteras” todos los Aguilar brillan y con ellos hacen lucir a México y sus tradiciones, pero de entre todos ellos, la reina de la noche es, sin duda, Ángela Aguilar.
La rosa musical de México y de América Latina, como se le nombra a la joven intérprete, capta la atención de principio a fin.
Salió a las 10:40 pm a la pista del jaripeo, una vez que desfila su hermano Leonardo, su tío Antonio Aguilar Hijo, el mayor de todos ellos y luego de apreciar las suertes de la familia Rivera con su acto de charrería y de Guillermo Sánchez, “El Aplausos”, con su número del paso de la muerte, que consiste en cambiar de corcel en plena carrera con los ojos vendados, y para beneplácito de toda la audiencia Ángela cambia el panorama.
Ella es la atracción de la noche desde que surge de entre los pasillos de la Arena Monterrey, montando su caballo, ataviada a la usanza de la charrería en negro y motivos de flores. Se presenta a sí misma, aclara que canta desde los 3 años y ahora que completa los 11 años de carrera, se muestra segura al entonar “Qué agonía”, tema que acaba de lanzar a dúo con Yuridia.
Canta “La Llorona”, uno de sus más grandes éxitos, y la fiesta se vuelve aún más intensa, los celulares se activan por sí solos para captar sus movimientos y en mayor número cuando en la pantalla de la Arena se les solicita a las 11 mil personas (cifra oficial) que activen su linterna.
Se da tiempo para el cambio de vestuario y de ritmo; ahora enfundada en vaqueros, top en blanco y sombrero, la joven entona las melodías, y pide unirse a ella al baile para entonar “Como la flor”, hit de la icónica reina del tex mex, Selena Quintanilla, con el que cierra su participación.
Tal vez toda esa atención que capta la hacen perder pisada.
A mitad de la canción, la joven tuvo un traspiés en el pequeño entarimado montado al centro de la pista; no midió bien la distancia entre un escalón y otro, provocando un tropiezo que, al parecer, no fue a mayores y que pasó casi desapercibido por el público.
La fiesta continúa con suertes entre caballos y diversión, con Pepe Aguilar, la música en vivo suena y se deja en claro que la dinastía sigue más viva que nunca, con lleno total que tal vez se repita en una siguiente ocasión ante los regiomontanos.
Por Vicente Guerrero
Fotos: Luis López