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“Sólo quiero que me devuelvan mi vida. Han pasado 13 años y ya es suficiente”, imploró Spears ante la Corte Superior de Los Ángeles, en una intervención virtual de 20 minutos, para terminar con la custodia de su padre vigente desde el 2008.
Jaime Spears lleva las finanzas y asuntos personales de su hija, hoy de 39 años, desde que ella vivió un colapso nervioso hace más de una década.
Britney tomo aliento en su declaración y maldijo en dos ocasiones. En su alegato, dijo que el arreglo legal la dejó “traumatizada y deprimida”
“No soy feliz. No puedo dormir. Estoy furiosa. Es insano”, indicó y agregó que llora todos los días.
“Este conservadurismo es abusivo. Quiero cambios, merezco cambios”, solcitó a la jueza Brenda Penny.
La cantante quiso hacerse oír en la corte, lo cual ocurrió en la audiencia de este miércoles.
Spears no lleva una buena relación con su padre y dice tenerle miedo.
El año pasado solicitó le fuera retirada la tutela a su progenitor y que quedara en manos de una entidad financiera, al igual que su patrimonio a una entidad financiera.
Afuera de la corte un ejército de fans de Britney la apoyaron con pancartas.
Según una investigación del diario New York Times, Spears le dijo a un investigador de la corte que la tutela en manos de su padre se había “convertido en una herramienta opresiva y controladora contra ella” desde el año 2016.
Spears afirmó que el sistema de tutela tenía «demasiado control (…) ¡Demasiado, demasiado!» y que le impedía tomar sus propias decisiones sobre amistades, citas, gastos e incluso cosas tan banales como el color del mobiliario de su cocina.
La cantante desea que la tutela termine lo antes posible, ya que estaba “harta de que se aprovechen” de ella.
Britney es la responsable de pagar todos los costos legales del caso de ambas partes, incluidos los elevados honorarios de los abogados que trabajan para su padre.
Con la tutela de su padre Britney volvió a la escena musical. Lanzó tres álbumes, apareció en programa de televisión y tuvo una residencia en Las Vegas con presentaciones exitosas.
Sin embargo, en enero del 2019 anunció que suspendería sus actuaciones hasta nuevo aviso.
Spears reveló que vive bajo amenazas tanto de su padre y socios.
“Si no hago esto, lo que ellos me dicen que haga, lo que me obligan a hacer, entonces me castigarán”, aseguró.
Igualmente afirmó que doctores le dan a la fuerza medicación que la hace sentirse ebria, que no le permiten cambiarse en privado o conducir su propio auto.
En tanto los abogados de Jamie Spears defienden que él ha hecho un excelente trabajo en la administración de as finanzas de su hika
Pero un juez dictaminó en febrero que tanto el padre de Spears como la firma Bessemer Trust supervisarían las finanzas de la estrella del pop, negando el deseo de Jamie Spears de mantener el poder exclusivo.
En un comunicado leído en la corte, un abogado del padre de la estrella expuso que a él le “apenaba escuchar que ella esté pasando por tanto dolor” y que “ama mucho a su hija”.
