Famosos pierden sus mansiones por incendios en California
8 enero, 2025Cansada de ser acusada de cometer fechorías a su madre Dulce, y de no haber cumplido con su última voluntad, Romina Mircoli exclama: “¡Se acabó!” En una charla con la periodista Lolita de la Vega, la hija de la intérprete confesó sentirse traicionada por supuestas amistades de su madre, quienes han ventilado cómo era la relación entre ambas.
Romina reconoció que, como en cualquier relación madre-hija, hubo momentos difíciles, pero considera que los ataques recibidos han tenido repercusiones no solo en ella, sino también en su hijo, a quien Dulce tanto adoraba.
Sobre por qué decidió hablar con De la Vega y no con otro periodista, Romina explicó: “En algún punto sentí demasiada presión y comencé a sentirme muy mal con todo lo que estaba pasando. Y creo que si tengo que hablar con alguien, es contigo.”
Además, aceptó que “es real” que existieron diferencias con su madre, pero muchas cosas han sido malinterpretadas. “Mi relación no era perfecta con mi mamá. No solo tuve un problema, tuve muchos, pero también compartimos momentos hermosos que realmente definen mi relación con ella. No existe relación perfecta ni familia perfecta. Lo importante es lo que tú dijiste: ‘por respeto no digo nada’, se acabó.”
Sobre los audios que circulan, en los que se le escucha llamar “pend…ja” a su madre en una conversación con la actriz Ofelia Cano, Romina reflexionó: “Si una persona te confía algo en vida, me parece lo más bajo usarlo contra ella después de su muerte, cuando ya no está para defenderse. Y si es conmigo, es con su familia.”
Respecto a la reserva sobre la verdadera situación de salud de su madre, Romina aclaró: “Hubo dos cosas que influyeron en esta situación. Primero, la batalla de mi mamá contra el cáncer fue muy rápida y agresiva. En una semana, nos dijeron que tenía un 80% de posibilidad de sobrevivir, luego un 70%, y después lo redujeron a un 10%. Como hija, si me hubieran dicho que solo había un 1% de posibilidades, hubiera seguido luchando con ella.”
Los doctores le informaron que el tipo de cáncer que padecía Dulce era una metástasis, pues le habían extirpado un riñón debido a un tumor grande. “Hay un video que quieren hacer pasar por actual, pero es de esa época. Ella dice que todo está bien porque nos habían asegurado que el tumor estaba encapsulado y, al quitarle el riñón, no habría más problemas.”
Aunque algunos amigos le sugirieron que su madre debía recibir quimioterapia, se confió en el diagnóstico. “Mi mamá nunca dejó de trabajar. Tras la cirugía, regresó a sus presentaciones. Mi papá le decía que descansara, pero ella confiaba mucho en su doctor, quien le recomendó seguir con su vida normal y solo hacerse algunos estudios…
Donde sí le vieron como unas marcas en el pulmón izquierdo, pero no estaba claro qué era y mi mamá no le dio la importancia”.
Romina subrayó que no podía hablar de negligencia, pues el cirujano hizo una cirugía impecable, aunque reconoció que el seguimiento postoperatorio fue insuficiente.
“Nos preocupaba que ella volviera al trabajo tan pronto después de la operación. Sabíamos que debía descansar.”
La situación empeoró cuando Dulce comenzó a toser y a presentar fiebre. A pesar de haberle diagnosticado una neumonía, no se conocía la metástasis en el pulmón. “Después de tres biopsias, respiramos aliviados al pensar que no era cáncer, pero más tarde descubrimos que la metástasis suele ir al pulmón y a los riñones, lo que era una de las sospechas.”
El cáncer no se descubrió hasta que se le operó por empiema pleural, debido a la acumulación de líquido en el pulmón por la neumonía. “El tumor no estaba dentro del pulmón, sino en la pleura, el saco que lo rodea. La tos y los síntomas eran provocados porque el tumor estaba presionando el pulmón, y crecía rápidamente. Fue un diagnóstico aterrador, pero tratamos de ser positivos hasta el final.”
Sobre los rumores acerca de que no cumplió con los deseos de Dulce en su muerte, Romina aclaró: “Eso de que tenía un vestido elegido para su funeral es falso. Pregunten a cualquiera de las personas que lo afirman, y no coincidirán. Mi mamá tenía 69 años y no pensaba en morir. Son inventos de gente que quiere aprovecharse del momento. Eso del vestido y cómo quería ser maquillada, es totalmente falso. Mi mama tenía la esperanza, como la tengo yo y todas las personas de morirte viejito en tu cama”.
Romina también desmintió que su madre hubiera planeado un funeral público. “Mi mamá no pensaba en cómo moriría, y aunque sí me decía cosas muy locas como querer un ataúd de piedras de Swarovski. Ella, como todos, quería vivir más tiempo, no pensaba en la muerte. Lamentablemente, el cáncer la mató muy rápido, y fue devastador para todos los que la vimos deteriorarse tan rápidamente.”
Finalmente, Romina expresó su rechazo a la campaña de desprestigio en su contra por no haber realizado un funeral público: “Quienes me lo reclaman no son las personas que respetan, sino las que consumen los programas sensacionalistas. La gente no debería odiarme a mí ni a mi mamá por esto. Ella siempre respetó a su público, y fue una figura pública toda su vida, pero no iba a exponerla en ese estado. Ella necesitaba descansar y que se respetara su deseo de no ser vista.”
Romina recordó esos momentos en que las invadió el miedo y que su madre le suplicó: “Romi, si algo me pasa, por favor no quiero que nadie me vea”.
“Suena horrible, pero ella tenía los huesitos cubiertos de piel, no había maquillaje ni vestido que pudiera a quedar bien con eso”.
Aclaró que sí cumplirá su último deseo de descansar junto a su madre: “Yo la voy a llevar con su mamá, pero lo hará en una urna, la más bonita que encontramos, que es un corazón y representa el cariño que todos le tenemos”.