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17 septiembre, 2020Yo no quiero volverme tan loco/yo no quiero vestirme de rojo,/yo no quiero morir en el mundo hoy…
Yo no quiero vivir paranoico/yo no quiero ver chicos con odio/yo no quiero sentir esta depresión/
Voy buscando el placer de estar vivo/no me importa si soy un bandido/voy pateando basura en el callejón….
De la canción Yo no quiero volverme tan loco, de Charly García.
Estas estrofas son tan fuertes y dicen tanto, salieron del alma de Charly García quien burló la censura y sobrevivió a las drogas, pero le costó lidiar con un mundo de nervios y esquizofrenia.
Su nombre está lleno de gloria junto a personajes marcados en la historia como Maradona, Carlos Gardel, Evita Perón y el papa Francisco.
Carlos Alberto García Moreno, el mayor creador de rock y escándalos en Argentina llenaba las planas de los diarios por destrozar desnudo habitaciones de un hotel en Mendoza, una provincia cercana a Buenos Aires, donde estaba alojado luego de un concierto.El panorama no era alentador, además de tener un cuadro de neumonía, los médicos aconsejan internarlo en un psiquiátrico, todo a consecuencia de sus años de adicción a las drogas.
Pero también es bueno recordar lo mejor de Charly, de mirada enigmática y bigote blanquinegro a la Chaplin.De pequeño padeció vitiligo en la mitad del rostro, se cree por ello usa bigote blanco de un lado. A tierna edad tenía oído especial y tocaba el piano como un adulto, pero en los 70’s conoció la música de los Beatles y se olvidó de Mozart y Chopin, ahí inició su irreverencia.
Sus fans disfrutan sus canciones de alta crítica social y rock más que hablar de sus escándalos; aunque él dijera de sí mismo: “Soy un escándalo y un artista”, en alguno de los muchos disturbios que formaba durante o después de un concierto.
García Moreno nació un 23 de octubre de 1951, figura fundamental de la historia de la música en Argentina, su debut fue en 1972 cuando participó en el álbum Cristo Rock, de Raúl Porcheto.
Mientras estudiaba secundaria se unió a Sui Generis y grabaron tres discos Vida (1972), Confesiones de Invierno (1973) y Pequeñas anécdotas sobre las instituciones. En 1975 dejó Sui Generis y pasó por la Máquina de hacer pájaros y Serú Girán. Fue en 1982 que se lanzó como solista y su éxito quedó marcado por la promoción que se le daba en ese entonces al rock nacional, además durante la Guerra de las Malvinas no se tocaba música en Inglés, se recuerdan los temas: Yendo de la cama al Living, No bombardeen Buenos Aires, Inconsciente Colectivo y Yo no quiero volverme tan loco.
Con Clics Modernos se enfocó más al pop rock y llegó el famoso tema Los Dinosaurios.
La trilogía que marca sin duda la carrera de García es Piano Bar (1984), Demoliendo Hoteles y Raros Peinados Nuevos.
En 1986 llegó Tango que pasó sin pena ni gloria y un año después creó Parte de la religión, de rock fuerte y estribillos melódicos, que es considerado uno de los mejores proyectos del artista.
Creó la banda de sonido de la película Lo Que vendrá en 1988 y hasta hizo un papel de enfermero, de ahí siguió él álbum Cómo conseguir chicas, en 1990 Filosofía barata, zapatos de goma lo metió en problemas porque tuvo que seguir un proceso por insultar los lábaros patrios, incluyó el Himno Argentino en uno de sus temas, pero finalmente se autorizó la difusión del tema.
En los 90´s forjó la frase “Say no More” mientras los medios cubrían sus escándalos con entradas y salidas a centros de desintoxicación (al menos se conocen tres). Luego de altas y bajas en su vida en 1995 grabó Unplugged, de MTV llamado “Hello” en donde incluyó temas de todas sus etapas.
Más de 150 mil personas logró reunir en el verano de 1999 en el ciclo gratuito Buenos Aires Vivo III, registrado en el disco Demasiado Ego y en el 2002 que creo el disco Influencia.
En el 2004 hace una gira por todo Argentina con un show de más de tres horas con temas de todas las épocas. Una temperatura de -2 grados centígrados en Tierra de Fuego no le prohibió hacer un recital, así era Charly.
El 2006 reedita Música del Alma y el 2007 regaló a sus fans Kill Gil con Palito Ortega y varias reversiones de sus éxitos.
Pero así como daba buena música, las drogas y sus estados de ánimo lo orillaban al escándalo en sus conciertos, como bajarse los pantalones o lanzarse de un décimo piso a una piscina, traer su bigote blanquinegro, las uñas pintadas, ropa estrafalaria, llegar en ambulancia o un auto rosa a sus presentaciones.
Cuando ocurrió el episodio de la piscina, el cantante argentino llegó al límite cuando al concluir un concierto junto a Mercedes Sosa, se lanzó a la piscina del hotel en donde se hospedaba desde su habitación en el décimo piso. Para fortuna dio en el blanco. “Solo la vi, y me atreví. Hay que ir más allá, además yo no me voy a morir nunca y mi capricho es ley”, declaró a la prensa que lo abordó aún dentro del agua.
Fue Palito Ortega el que lo salvo en 2008 al llevarlo a su finca y ayudarlo en su recuperación, para en 2017 reaparecer con más peso y con nuevo material bajo el brazo, Random, y anunció un concierto del que agotó las entradas.
En diciembre del 2019 volvió a presentarse en el Luna Park de Buenos Aires con gran éxito.
Charly García ahora a sus 68 años resume su vida: “Soy zurdo, tengo la mitad de bigote blanco, tengo oído absoluto. Qué más querés. Me tiré de un piso diez. Soy un monstruo y a mucha honra”.
En materia de enfermedad también tiene estrella, las ha sorteado todas: sufrió un preinfarto, tuvo cálculos en la vesícula, fue operado de la cadera y recién presentó un cuadro de tos y fiebre, afortunadamente no fue Covid-19.
Para Fernando García, autor junto a José Bellas, de 100 veces Charly. Historias esenciales de un genio en llamas, el cantante es un genio precoz y voz de toda una generación, de ser una estrella de rock, se convirtió en un mito argentino.
Este es Charly García el artista irreverente y loco del rock.