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Al cumplirse 15 años del asesinato de Cumbres, un juez ratificó la sentencia de 71 años para Diego Santoy Riveroll.
Fue el 2 de marzo del año 2006 que Diego fue acusado del asesinato de los hermanitos de su novia, Erick Azur y María Fernanda de 7 y 9 años, crimen que conmocionó a la conservadora sociedad regiomontana.
Santoy recibió una sentencia de 71 años, 7 meses y 27 días, aunque no puede estar más de 40. Además deberá de pagar por reparación de daños la cantidad de 217,139 pesos, montó que aumenta a 337,760 pesos por el pago estudios, atención médica y tratamiento psicológico de su novia Erika Peña Coss y tratamientos psicológicos para Teresa Guadalupe Coss y León Navarro y Catalina Bautista Juárez.
La tragedia cimbró a la ciudad de Monterrey, Diego Santoy entró a la casa de su novia, localizada en Monte Casino de la Colonia Cumbres, molesto porque terminaron y ella se negó a volver con él. Según reportes enloqueció y asesinó a los pequeños hermanos de Erika y también intentó quitarle a ella la vida causándole una herida en el cuello, pero no de consideración, luego él aseguró que ella se lo pidió.
En su huida secuestró a la empleada del hogar, luego intentó escapar junto con su hermano a El Salvador, pero fueron detenidos en Oaxaca, antes de llegar a este país centroamericano, fueron trasladados a Monterrey para que Diego enfrentara a la justicia.
Diego se defendió, con la asesoría de su abogada Raquenel Villanueva, ya finada, de que el atentado en contra de los menores fue en complicidad con Erika, por no soportar más cuidarlos. Tras la masacre, el joven aseguró que hicieron un pacto suicida, mismo que no cumplieron.
En su ir y venir de declaraciones, también afirmó que mantuvo un affaire con la madre de su novia y que esta se puso celosa, además de que no toleraba a sus hermanos, afirmaciones que ambas negaron.
En el careo con su ex novia, Diego la acusó de también ser partícipe del crimen: “Yo estoy dispuesto a pagar por lo mío, pero por lo tuyo no”. Ella le respondió: “mis manos están limpias, al igual que mi alma”.
¿QUE FUE DE ERIKA?
Erila Peña lleva una vida normal, lejos de Monterrey, luego de casarse hace cinco años en San Miguel de Allende, Guanajuato con el empresario Mike Otto.
Diego también contrajo matrimonio en la cárcel con una fan, con quien tuvo un hijo, pero se separaron.
Erika Peña hoy lleva una vida normal y contrajo matrimonio