Si bien fue Anthony Hopkins quien inmortalizó en las memorias una de las obras de Thomas Harris, El silencio de los inocentes, el escritor ha revelado que el tenebroso personaje de Hannibal Lecter se inspiró en un psicópata mexicano real en los años sesenta y que purgó condena en la prisión estatal de Nuevo León.
Harris, detalla esto en el prólogo de la nueva edición de la novela de El silencio de los inocentes que conmemora su 25 aniversario,.
Thomas Harris, que entrevistó en numerosas ocasiones al médico mexicano encarcelado por haber cometido un cruel crímen,lo recuerda como: un hombre menudo y ágil con un pelo rojo oscuro. Se mantenía muy quieto y tenía un inequívoco toque de elegancia”; y para proteger su identidad lo llamó “Dr Salazar”, su verdadero nombre Alfred Ballí Treviño.
El Dr. Ballí fue acusado de inhumanación clandestina, usurpación de profesión y confesó que había degollado a su víctima con un bisturí, después la destazó y tiró su cuerpo debajo de un puente.
Un celador del penal dijo a Harris que el doctor era un asesino que podía poner un cuerpo humano en una caja pequeña, pues así había asesinado a su pareja, Jesús Castillo Rangel, por lo que fue acusado de homicidio premeditado.
Según el Daily Mail, estas entrevistas fueron la base de la trilogía que iniciaría Harris en 1981 con El dragón rojo. Le seguirían El silencio de los inocentes en 1988 y Hannibal en 1999.
Harris detalla en el prólogo del libro conmemorativo: “Muchos años después, estaba intentando escribir una novela. Mi detective necesitaba hablar con alguien con una comprensión particular de la mente criminal. Perdido en el túnel del trabajo, me arrastré junto a mi detective al Hospital Estatal de Baltimore para los Criminales Dementes para consultar a un recluso. ¿Quién piensa que estaba en la celda? No era el doctor Salazar. Pero gracias al doctor Salazar, pude reconocer a su colega y compañero de correrías, Hannibal Lecter”.