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La revista “¡Hola!” tiene en su portada a Julio Iglesias quien da la cara por ex Isabel Preysler y deja mal parado a Mario Vargas Llosa.
Aunque no es propio de Julio Iglesias, optó por hablar es “profundamente injusto cómo se están comportando con ella. Sé que me estoy metiendo en camisa de once varas y que esto no es propio de mí, pero quiero hacerlo por mi exmujer, por Isabel, porque se lo merece”.
“Han muerto dos de sus exmaridos, que estoy absolutamente seguro de que también la hubieran defendido en este momento, y yo le tengo mucho cariño, así que hay algunas cosas que quiero decir”, dijo.
Desde Bahamas detalló que Preysler “es excepcional, una campeona de verdad. Como madre es ejemplar, cariñosa y generosa; y como mujer, un diez”, afirmó textualmente el cantante.
En la portada de la revista se ve a un Julio Iglesias radiante, en las entrevistas siempre muestra su buen perfil, el derecho.
El comportamiento de Mario Vargas Llosa tras su ruptura con Preysler, luego de 8 años de relación, ha dejado mucho que desear, opinó Iglesias.
“Fuera como fuese la ruptura, un caballero y un señor sabe cómo acabar las cosas. Se sale públicamente y se le desea a la otra persona toda la felicidad. Y si alguien quiere entrometerse, se dice que es un tema de dos en el que no hay que meterse y sí respetar”, dijo.
“Un señor que ha convivido durante ocho años con una señora tiene que saber actuar y controlar cómo actúan las personas de su alrededor”, agregó.
En diciembre, Isabel Preysler contó a la misma revista que había roto con Vargas Llosa. Ella dijo, sin dar más detalles, “Mario y yo hemos decidido poner fin a nuestra relación definitivamente”.
La revista afirmó, sin embargo, que la ruptura de la pareja fue provocada por los celos del escritor, lo que resultó en el final de su hogar compartido porque él lo dejó.
Las primeras declaraciones de Vargas Llosa, que hizo en enero, aseguraron que él no tuvo la culpa de la ruptura y desmintieron las afirmaciones de que fue motivada por los celos. Comentó: “No son verdad, no es verdad”.
En tanto al Nóbel se le ha visto en la boda de su hijo, Álvaro Vargas Llosa, bailando una danza quechua y a sus 86 años luce muy feliz y saludable. Luego de que terminara de mala manera con Preysler, su hijo sigue publicando fotos de sus padres juntos como si se hubieran reconciliado.
