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18 septiembre, 2020Que la gente sepa no quién fue Rigo, sino quién es...", declaró Eva Martínez a "Gruperos Inmortales".
Eva Martínez, ex pareja de Rigo Tovar, plasmó en un libro sus vivencias con el cantante originario de Matamoros, Tamaulipas, y desea que sea el guion de una serie.
“Que la gente sepa no quién fue Rigo, sino quién es, porque mientras la gente lo siga queriendo y siga escuchando su música, él nunca va a morir y seguirá con su legado”.
Dijo cuando se conocieron le reveló que tuvo relación con Juanita Torres, quien radicaba en Monterrey, y con quien procreó a sus tres primeros hijos: Sara, Verónica y Rigoberto; igual conoció a sus demás relaciones que también dieron frutos, llegando a tener el cantante un total de 15 hijos.
Enamorada ciegamente de Rigo aceptó compartirlo, según explicó en una serie de entrevistas para Gruperos Inmortales.
“Para esa época yo ya me había acostumbrado a que Rigo era de todo mundo, se tenía que acostumbrar uno a esa vida y él habló muy claro conmigo”.
El saber que miles de personas deseaban tenerlo cerca y tocarlo y descubrir que ella gozaba de ese privilegio, le resultaba más que suficiente: “Que me cantara canciones, conviviéramos y tomáramos…aún tengo las copas en donde a veces nos poníamos a tomar”.
Su vida era tan diferente a los demás que califica vivían como vampiros, dormían de día y estaban despiertos de noche, pero así como lo amo decidió dejarlo un día, luego se reencontraron cuando él presentó su concierto “Los 100 minutos de Rigo Tovar” en la Arena México, él le reclamó: ‘Mamá, ¿por qué haces esto? Por qué te fuiste de mi lado, no sabes que al irte, no tan solo sufres tú, sino también me haces sufrir a mí’. Eso bastó para desarmarla y volver a su lado.
“Rigo es amor”, así lo calificaron en su época de gloria, y su ex mujer corroboró que era muy amoroso y gustaba de llevar serenata el 10 de Mayo a todas las madres de sus hijos, una comuna que ellas aceptaron, por devoción al hombre y artista.
En 13 años de relación tuvo muchas experiencias con Rigo, la más dolorosa el embarazarse y perder a ese hijo, entre muchas otras vivencias, las que ya plasmó en el libro: “Rigo es amor…su vida y triunfo”, en el que desea se inspire la serie.
Además de hablar del hombre, también destacó cómo le maravillaba tanto amor del público hacia él, pero su lado malo es que era muy confiado, presa fácil de la traición y señaló a Ignacio Uribe, mánager de Rigo, quien hizo uso de sus pertenencias como pago, con anuencia de un juez, y se quedó con un terreno, su autobús, además del famoso Rolls Royce, del año 1954, situación que calificó como un despojo, cuando ella asegura vio los pagos que la estrella le daba a él por sus servicios.
Eva además compartió manías únicas de Rigo como la exigencia a que ella siempre estuviera pulcra, al grado de bañarse antes de llevarle el desayuno, porque no le gustaba que oliera a cocina.
En cuanto la riqueza, compartió que en Las Vegas por ser morenos vivieron discriminación y no los dejaban entrar en un lugar, entonces Rigo hizo que lo cerrarán para solo ser ellos atendidos.
Eva lamentó que de ser un ídolo, Rigo terminó sus días diabético, en condiciones deplorables y acusó a Leonor, la última mujer del artista, de no cuidarlo y que lo encontró demacrado, con una deshidratación severa, sucio y con un pañal sin ser cambiado por horas; y ante ese cuadro vaticinó que iba a morir.
“Lo destapé y lo veo todo demacrado, con sus ojos como de un pescadito, opacos, yo salí corriendo (en auxilio) y me alcanzaron dos de sus hijos y les dije ‘su papá se está muriendo'”.
Desesperados regresaron por él, lo bajaron envuelto en una cobija para internarlo de urgencia en el hospital y recuerda conmovida cómo lo cargo sobre su espalda en su traslado para tratar de salvarlo, y es que en medio de la mala atención y la ignorancia de Leonor que le daba cuarzos de comer para que recuperara energía, su salud colapsó.
Pero el final de Rigo estaba marcado y partió a consecuencia de un paro cardiorrespiratorio el 27 de marzo del 2005, contaba con 58 años.Tras su muerte, Eva pidió estar 10 minutos a solas con él: “Ahí no era la mujer viendo un artista, era la mujer sufriendo por el hombre que amo… “, exclamó entre lágrimas.