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Delia Ramírez, fan mexicana de Gustavo Cerati, lloró como miles de fanáticos al enterarse de su muerte, pero ella guarda algo valioso: un autógrafo del cantante argentino y un recuerdo dulce amargo de ese día en que él músico de no buen humor le estampó su firma en una hoja de papel.
La originaria de Tabasco y residente de Monterrey, recuerda que hace 11 años en el aeropuerto de Ciudad Juárez, Chihuahua acudió con el deseo de encontrarse con Gustavo Adián Cerati quien se presentaría en esa ciudad junto con Jaguares (antes Caifanes) en concierto.
“Lo tuve frente a mi, le pedí un autógrafo, me contestó mal, me dijo que estaba “como colifa” (como lunática), escribió mi nombre y ese es el recuerdo más grande y valioso que tengo del “divo” Cerati. Durante un par de años, esa anécdota me dolía, después lo perdoné por salud mental, pero básicamente porque el tipo era un genio”, compartió Delia.
Dolida por la reacción del músico, recuerda que lloró en la sala de espera del aeropuerto y posteriormente fue consolada por Saúl de Jaguares (Caifanes) que le aconsejó no lo tomara tan personal, que así era Cerati, por lo que al paso de los años su admiración no disminuyó.
“Todos estos años pensé que ese rayón era cualquier cosa, pero ya vi las fotos de otros autógrafos y sí es auténtico, sí lo hizo, al final con todo y su enfado de no querer darme el autógrafo”, señala lo que para ella es hoy un recuerdo valioso.
“Un lago en el cielo, es mi regalo… para olvidar lo que hiciste. Descansa en paz”, fue el mensaje que Delia colocó en su Facebook en memoria a ese instante en que de mala manera Cerati aceptó estampar su firma en una ligera y modesta hoja de papel.
La Columnaria Blog
Francis López
Imágenes cortesía Delia Ramírez
