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Alejandro Marcovich, exguitarrista de Caifanes, es calificado de agresor por la periodista mexicana Lydia Cacho en una publicación. “¿Le perdonarías el racismo porque le viste tocar en el Corona y te sabes sus canciones?”” preguntó Cacho.
El 8 de junio, la autora de Los demonios del Edén escribió una columna invitada para Opinión 51 titulada Crueldad y fama, en la que denunció públicamente al músico por racismo, violencia familiar contra su esposa, hija e hijo, amenazas de muerte y la hecho de que en la causa judicial en su contra, se la cataloga como “Alto Riesgo de Violencia Feminicida”.
Según Cacho, el atacante ya habría sido detenido de no haber sido el guitarrista y productor musical Alejandro Marcovich.
La publicación, por la que Lydia Cacho posteó en Twitter:, ha recibido comentarios de los fans del músico.
“Los fans a Marcovich que me envían insultos pueriles: muchachos no se desgasten, yo soy una periodista profesional y no me afecta su violencia. Si aman a su artista vayan a cuidarlo al hospital, porque nosotras queremos cuidar a su familia. Ningún niño merece violencia”.
¿Qué dijo Lydia Cacho sobre Alejandro Marcovich?
“Si un hombre está hospitalizado por cáncer de próstata ¿le perdonarías que haya intentado ahorcar a su hija?… ¿le perdonarías que haya intentado matar a su esposa y la haya tirado desnuda a la calle para darle una lección? ¿le perdonarías que haya ejercido tal violencia contra su hijo que creció aterrado de que papá volviese a casa?”, pregunta en su columna Lydia Cacho.
La periodista, quien asegura conocer al exintegrante de Caifanes desde hace más de 20 años, enumera una serie de hechos violentos cometidos por esta persona:.
Usó la justificación de haber consumido drogas para justificar golpear a su esposa, hija e hijo en la familia,
actos violentos contra su esposa, incluidos los físicos, verbales, psicológicos y sexuales, amenazas de muerte, constantes ataques a la mujer y la hija del músico por parte de sus amantes.
Además denunció que una estudiante de 17 años que trabajaba con él fue objeto de acoso sexual: “Él la insultó y le dijo que miles de mujeres morían por el beso de Alejandro Marcovich”.
Denunció también que el artista se conduce con racismo: “Recientemente, a pesar de tenerle terror, su hija llegó al hospital de Cancerología de CDMX a cuidar de su padre enfermo, al entrar lo descubrió diciendo a las enfermeras: ‘indias prietas, país de nacos que no saben cuidar a los enfermos’. Cuando la hija le pidió a su padre controlarse, frente a testigos le gritó ‘tú eres una mexicana de mierda’, ‘los mexicanos no saben ni leer’”.
La investigadora lo acusa además de usar la corrupción para evadir la justicia: “Como muchos famosos, Marcovich utilizó influencias y actos de corrupción para destruir a su propia familia y protegerse de la justicia”.
Otro delito del que se le acusa es de violencia patrimonial, porque él se quedó con todas las propiedades de su esposa, incluso las que eran originalmente de ella.
Aunado a lo anterior, Marcovich amenaza a su hijo que si no lo atiende en el hospital se suicidará: “Hace años Marcovich intentó suicidarse frente a su hijo, fue el adolescente quien le salvó la vida”.
Cacho también dice que ha seguido el caso durante un tiempo y hasta ha visto el expediente judicial.
La experta en violencia de género e intrafamiliar señala que el músico se ha beneficiado de su fama, no solo para amenazar a su esposa con “destruir su carrera” antes de que se separaran, sino que luego de que su esposa lo dejara, Marcovich buscó refugio para evitar ser detenido por violencia doméstica. .
Supuestamente, la familia atraviesa un proceso y ya presentó ante la Fiscalía de la Ciudad de México “grabaciones, pruebas irrefutables y testigos” que muestran que la violencia continuó incluso después del diagnóstico de cáncer en el músico
Afirma que la última agresión de Marcovich está documentada en el expediente: además de golpear a su hija y lesionarle gravemente la clavícula, también usó un palo de escoba para romper objetos y amenazarla de muerte. Tiene prohibido ver a su esposa e hijos en público.
