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En el “Mundo Arjona” cabe la música y las letras de melodías de antaño y las más recientes, pero lo que tienen en común es que todas ellas encienden los ánimos y las emociones a la más mínima provocación.
“Pasó mucho tiempo desde que no nos vemos, Monterrey, mucho tiempo. A mí me han pasado tantas cosas en esta ciudad, tantas cosas, la mayoría buena que no me alcanzan dos horas para contárselas, algún día lo escribiré”, dijo Arjona para recibir como respuesta la animosa respuesta de la concurrencia.
“Lo cierto es que los últimos dos años, que es lo que tenemos más a la mano, también nos dejaron muchas cosas; nos encerraron, nos pusieron mascarilla, nos dejaron con celular en mi mano, redes sociales y se empezó a jorobar la cosa. Hoy estamos pagando los platos rotos de esos dos años de encierro. Nos pusimos creativos y empezamos a arruinar todo, entonces empezamos a inventar cosas raras; inventamos más de dos 32 géneros, como si lo importante fue sumar género y no respetar a la gente por lo que quiera hacer con su cuerpo y con su vida… Hermanos, estoy feliz de estar acá. ¡Bienvenidos!”
En ese universo que él y su equipo crearon para llevarlo de gira por diferentes ciudades en distintos países, se puede ver a hombres de edad madura y también joven bailar al ritmo de las baladas, subir sus bebidas al aire para brindar por la “Señora de las Cuatro Décadas”.
De entre el público, también es posible ver a una mujer que, para llamar la atención de su cantante favorito, levanta su cartel para “gritarle” que está embarazada y lograr que le dedique a ella una canción de manera especial.
En esta ocasión, los colores no caben ni en su vestimenta, pues el atuendo en negro lo acompañó durante todo el espectáculo, incluso, el concepto de “Blanco y Negro Tour” lo lleva al grado extremo de hacer brillar las pantallas de la Arena Monterrey en esa dual combinación de tonalidades.
El ritmo es tan variado que del pop pasa a los tonos caribeños, ello para entonar la infaltable “Taxi”, apoyado en un estupendo equipo de músicos y dos coristas que igualmente brillan junto al intérprete.
La noche avanza con decenas de historias, las que Ricardo Arjona ha hecho canciones y, además, comparte con el público de viva voz. La cantidad de melodías es un dato que no cuenta esta vez, pues lo que importa es llevar el recuerdo grabado en la memoria y en la tarjeta del celular para luego darle rienda cuantas veces sea necesario, como miles, ambas noches, lo llevaron a cabo.
Por Vicente Guerrero
