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23 febrero, 2020El asesinato y tortura de la pequeña Fátima estremece a México; y no hay entendimiento, pero fue el famoso asesino serial Ted Bundy quien alertó,a un día de ser ejecutado en la silla eléctrica, que “es la sociedad la que debe protegerse de sí misma”.
Al cuestionamiento de que si merecía la pena impuesta por los asesinatos que cometió de más de 30 mujeres, Ted dijo honesto en la entrevista que aceptó brindar al psicólogo, James Dobson, que no quería morir, pero era necesario que la sociedad se protegiera de individuos como él.
“Yo no quiero morir, y no le diré lo contrario, no lo engañare; sin lugar a dudas merezco la pena capital que tiene nuestra sociedad. Yo lo merezco, porque es necesario protegerse de mí y de individuos como yo, de eso no hay duda alguna”, respondió al especialista.
Se calificó como un hombre que creció “en un hogar maravilloso” en el que “regularmente asistíamos a la iglesia” y en el que “no sufrí abusos físicos”.
Pero Ted Bundy echó la culpa a su insaciable deseo de asesinar a mujeres, a que se adentró en el mundo de la pornografía desde su adolescencia, incluido el sexo violento.
“Lo que espero resulte de esta entrevista es que se entienda que la sociedad debe protegerse de sí misma, porque existen las fuerzas de este tipo de pornografía cruda”.
“El tipo más dañino de pornografía –y hablo de una experiencia dura, real, personal- es la que implica violencia y violencia sexual. La unión de esas dos fuerzas –como conozco bien- provoca un comportamiento que es demasiado terrible para describir”.
Igualmente destacó la doble moral de la sociedad de los Estados Unidos en ese entonces.
“Por un lado, personas de buenas intenciones condenan el comportamiento de un Ted Bundy, mientras por otro pasan por enfrente de un montón de revistas llenas de este tipo cosas que empujan a los jóvenes por el camino que tomó Ted Bundy.Esta es la ironía”.
Aunque dijo no ser sociólogo, planteó que conoció a muchos hombres en la prisión que se sintieron motivados, sin excepción, por el vicio de la pornografía, para actuar de la misma manera que él lo hizo.
Reconoció que su vida hubiera sido mejor sin la pornografía, no solo para él, sino para muchas otras personas, refiriéndose a sus víctimas.
El último asesinato que cometió Bundy fue el de Kimberly Diane Leach, de 12 años, a quien violó y golpeó. En dicha entrevista prefirió no hablar de ello.
“Me gustaría poder hablar de esa experiencia, pero no puedo hablar de eso. No puedo empezar a comprender el dolor de los padres de las niñas y de las jóvenes a quienes violé.Y no puedo restituir en forma alguna lo que les robé, ni tampoco pretendo hacerlo. No pretendo que me perdonen, no lo estoy pidiendo. Ese tipo de perdón solo lo concede Dios.”.
Ted Bundy dio su relato con lágrimas en los ojos, a media entrevista las luces de pronto parpadearon, el asesino dijo: “no es nada, en un momento se pondrán bien”.
Él sabía que se probaba la silla eléctrica que lo ejecutaría la mañana del día siguiente…
Pese a la manera en que Bundy justificaba su agresión en contra de las mujeres, el último documental de Amazon Prime: “Ted Bundy: Enamorada de un Asesino”, lo presenta como un hombre misógino y narcisista.
La productora Trish Wood quiso con su trabajo despojar el glamour del criminal y dar voz a las mujeres en su vida.