Tienda se une en la búsqueda de peluche de niño
30 diciembre, 2022Shakira deja pasar a sus hijos el Año Nuevo con Piqué
31 diciembre, 2022Mario Ortega, conductor del programa por Internet Hablando de Fútbol, compartió que en su niñez tuvo el honor de ser el “secretario particular” de Pelé en su paso por tierras regias cuando lidereaba al Santos de Brasil para sostener un partido amistoso con El Monterrey, a un año de que el deportista se coronara campeón con la Selección de Brasil en el Mundial México 70.
El locutor recuerda que entonces era imposible acercarse al famoso futbolista, pero él a sus escasos 10 años lo logró, y todo gracias al trabajo de su padre con el Equipo de Fútbol Monterrey, pero no solo eso, Pelé le solicitó a su mentor que le permitiera fuera su “mandadero”, como coloquialmente se nombra a quien se le hace un encargo.
Y así le pidió que me quedara con él en el hotel de concentración del Santos de Brasil para asistirlo en “detallitos y mandados”, hasta viajar sentado junto a él en el autobús camino al Estadio Universitario previa y posteriormente al partido contra Los Rayados.
Ortega compartió a La Columnaria que Pelé degustó de la comida local al pedirle que le comprara unos tacos, aunque el astro del fútbol traía su propio nutriólogo que le vigilaba su sana alimentación.
“Le compré unos tacos sudados, estaban a dos cuadras, pero le dije al taquero ‘ por el amor de Dios que no vayan a estar malos porque me muero si le llega a pasar algo a Pelé’; le pedí unos tacos de barbacoa, me acuerdo muy bien”, compartió en medio de risas.
Y así convivió con Pelé en la década de los 70’s, un día antes de ese inolvidable partido amistoso, que culminó 1-1; y hasta las 9 de la noche que el jugador tuvo que ir a descansar.
Sobre las tareas en que auxilió Edson Arantes do Nascimento, nombre real de Pelé recordó: “Me pedía que le llevara su mariconera, o le trajera un recibito que olvidó en la mesita de dormir y que fuera a la revistería y le comprara los diarios”.
,
El día del partido llegó, “la emoción más grande fue haberme sentado en el autobús junto con él, me tomaba de la rodilla mientras él iba viendo por la ventana, se reía y me revolvía el pelo con sus manos. Bajamos del autobús y salté a la cancha con el equipo Santos (de Brasil), todos de blanco; tengo fotos en donde estoy en la cancha mientras Pelé saluda a todo el estadio. Fue el sueño más grande que cualquier niño pudo haber tenido”, recordó emocionado.