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Rihanna se lanzó el ambicioso reto de hacer un tour llamado 777, con el que ofreció 7 conciertos en 7 ciudades en 7 días -incluído México-. Y así en su avión pivado le acompañaron un grupo de fans y periodistas, con los que convivió durante toda una semana.
La cantante de Barbados calificó el viaje como salvaje y lleno de fiesta, sin embargo un fan excesivamente sincero narró su decepción y cómo es que se les impidió dormir,comer o salir a la calle y hacer uso de un ‘cuarto de baño’: “Es difícil hacer sus necesidades cuando se encuentra atrapado en un autobús sin baño durante horas y horas, porque usted no sabe cuando se puede abordar un avión”, se quejó el fan anónimo.
“Y al principio, todo parecía que iba a ir tan bien. Ella “interactuó” con nosotros en el primer día, descuidadamente vertió champán en nuestros vasos de plástico, exigiendo que pasamos la semana “de fiesta” con ella”, detalla esta persona que se identificó como Anonymous Captive Journo.
Recuerda que esa primera interacción con una Rihanna chispiante “despareció”, con el paso de los días se “había ido”. Sin atreverse a decir que estaba ebria, el fan detalla que les resultó incómodo esperar hasta tres horas por la artista para convivir cada día que duró el reto.
“…Miserablemente nos encontramos preguntando cuándo sería el moment0 de dormir o ir a casa. Eso no es algo que se supone se siente cuando se gana un concurso fabuloso”, apuntó para finalmente dar un mensaje a la artista: “Aunque te adoramos, estamos de acuerdo que hacer esta idea era bastante estúpido”, escribió en un editorial para Gawker.
La aventura con Rihanna promocionó su nuevo disco Unapologetic y empezó el miércoles 14 de noviembre en México, antes de recalar en Toronto, Estocolmo, París, Berlín,Londres. y finalizó en Nueva York el pasado 20 de noviembre.
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