A 20 años sigue impune el asesinato de Paco Stanley

El conductor de televisión Paco Stanley fue asesinado el 7 de junio de 1999, y a 20 años de su fallecimiento, seguramente la generación millennial se preguntará ¿quién fue? Francisco Jorge Stanley Albaitero, su nombre real, era uno de los conductores más queridos en México, galán, divertido, con un gran sentido de improvisación y amado por todos.

En esa época la televisión era simplona graciosa y entretenida, además México era diferente y su muerte conmocionó al país entero, porque si bien había inseguridad,un asesinato a sangre fría y a plena luz del día no era el pan de todos los días como hoy.

Quienes seguimos los programas de Paco recordamos sus frases célebres como ¿hay o no hay? ,una tras gallinazoooo”, kiskiriskiskiskiskiskis!” y ándale! ; exclamaciones que con caras graciosas hacía reír cada tarde por televisión a la hora de la comida y se apoyaba también en el humor de sus patiños Benito Castro y Mario Bezares.En pocas palabras, fue todo un showman: conductor, comediante, locutor y actor; si bien no se le dio el canto produjo discos de poemas que fueron los más vendidos en su época.

No era guapo, pero bromeaba con ser todo un galán y tenía una capacidad de improvisación impresionante.Era imposible no reír con su comedia y fue tradición para muchas familias mexicanas sintonizar su show diariamente.Por ello el país se paralizó cuando fue asesinado y por primera vez TV Azteca y Televisa-antes los acérrimos enemigos-se unieron en una exigencia de hacer pagar a los responsables que lo acribillaron, disparándole en 26 ocasiones,en su salida del Restaurante El Charco de Las Ranas, ubicado en el Periférico al Sur de la Ciudad de México,en donde acudió a almorzar junto a Mario Bezares y Jorge Gil, tras al concluir su programa en Azteca llamado “Una tras otra”.

El antojo de comer unos tacos fue el último que Paco se cumplió, un hombre se acercó a su camioneta y lo acribilló, cuatro balas dieron en su cuerpo, muriendo instantáneamente.

¿Cómo olvidar la frase contundente del periodista Jacobo Zabludovsky de “Alguien tiene que renunciar”, en tanto Jorge Garralda fue más duro y se fue en contra del Jefe de Gobierno capitalino,Cuauhtémoc Cárdenas,porque se pensaba que el asesinato a Paco había sido por un asalto,pero todo ese clamor se apagó cuando al paso de los días se descubrió la oscura vida privada del conductor.En cuanto avanzaron las investigaciones,se revelaron asuntos de narcotráfico y autoridades encontraron en la camioneta de Stanley cocaína.En su declaración ante las autoridades su compañero Benito Castro aceptó que tanto Paco, Mario y él la consumían;y además quedó en duda cómo era posible Paco portara una credencial de la Secretaría de Gobernación con permiso para portar armas.

Y fue así que la tragedia tuvo un aura de muchas dudas,y a punto de que Paco se convirtiera en leyenda, trascendió que su muerte pudo ser un ajuste de deudas con el narcotráfico. La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal estableció que existió una estrecha relación de Stanley con Amado Carrilo “El Señor de los Cielos”; y dicha revelación echó por tierra su inmortalidad.

En cuanto su gran amigo Mario Bezares estuvo preso año y medio, se le implicaba en el crimen, al igual que la edecan Paola Durante, Erasmo Pérez Garnica, alias “El Cholo”, José Luis Rosendo Martínez y Jorge García,pero salieron en libertad al no encontrarse pruebas suficientes en su contra.
Nunca se dio con los culpables del asesinato de Pacorro.

Bezares hoy está alejado del vicio,lleva meses sin probar una gota de alcohol y cambió al cristianismo.Dice siempre tener presente el recuerdo de su amigo,porque considera a Paco su herencia.

Mayito es fiel a la frase que Paco le dijera una vez: “Los muertos se van cuando el olvido los sepulta…”