Ballet Nacional de España: Refresca a regios con su danza
28 julio, 2022Javier Camarena conquista a regios en inolvidable velada musical
30 septiembre, 2022Plácido Domingo, el tenor español leyenda de las páginas de historia de la ópera, cumplió anoche su cita con el público regiomontano en la Arena Monterrey.
Acompañado de un gran ensamble musical, la Orquesta Filarmónica del Desierto, conducida por el maestro Eugene Kohn, además de la magnífica voz de la regiomontana Eugenia Garza y el tenor Arturo Chacón Cruz, Domingo lució pleno y entregado en cada una de sus participaciones en el escenario.
Tras escuchar “El Baile de las Horas”, de la ópera “La Gioconda”, de A. Ponchielli, al ver entrar al escenario al maestro Domingo, parte de la audiencia se puso de pie para recibirlo con un fuerte aplauso, como la primera de las muestras de respecto y afecto al cantante, en estos momentos que más cariño necesita de su público al verse nuevamente rodeado de escándalo al ser vinculado con una secta s3xU.@l investigada en Argentina.
Compuesto por adultos en su mayoría, el público recibió a cambio una de las voces más espléndidas que ha dado la vuelta al mundo en infinidad de puestas en escena operística, de zarzuela y en espectáculos de corte popular.
De hecho, esa fue la gran lección que Domingo dio anoche: La versatilidad de una voz no está peleada con el tiempo ni la duración de una carrera, sino que es parte del apasionamiento por la música.
En ocasiones, al público se le puede olvidar que cada intérprete tiene en su voz el máximo instrumento y que quien lo posee, posee también el gusto por compartirlo. Domingo mostró anoche que cuida su voz y ahora lo presenta tal cual, apoyado de un excelente director y arropado por grandes voces.Compartió un programa compuesto por piezas del repertorio operísitico, de la canción española, de la zarzuela, del cancionero mexicano e incluyó una selección de piezas de música de mariachi.El programa trajo arias de las operas “Andrea Chénier”, “La Wally”, “Pescadores de Perlas”, “Nabucco”, “Aída” e “Il Trovatore”, lo que complació mucho a los amantes de este género musical, pero igual lo hizo con quienes aprecian la zarzuela, pues incluyó piezas de los títulos “Las Bodas de Luis Alonso”, “Luisa Fernanda”, “El Niño Judío”, “Marina”, “Marina”, “El último romántico” y “El Gato Montés”.
Resaltaron los momentos musicales cantados a dúo con sus invitados y de ellos ocupando el escenario con la orquesta. Punto y aparte fue la interpretación de “El Triste”, clásico en la voz del extinto José José, de parte de Arturo Chacón Cruz. Eugenia Garza brilló con su interpretación, dedicada a su tierra, de “Estrellita”.
Posteriormente, ver vestido de mariachi a Plácido Domingo fue un deleite y más cuando interpretó “El Rey” y “Bésame mucho”. Seguramente que esta presentación sentará una página importante para la historia de la música en Monterrey y tardará un poco en que se vuelva a escribir una más de esta envergadura.
Pero fue en la parte final que el recinto se volvió una fiesta con la música de mariachi. Si en el medley de canciones mexicanas, que incluyó melodías como “Quizás, quizás”, “Solamente una vez” y “Amor eterno”, el público se mostró receptivo, con el mariachi afloraron las emociones al máximo.
Plácido Domingo y Monterrey
La relación de Plácido Domingo con la Ciudad de Monterrey no es de hace unos años, sino que forma parte de su historia personal e incluso forma parte de las crónicas del devenir cultural de la Sultana del Norte. Placido Domingo nació en Madrid y creció en México, y es hijo de dos figuras españolas de la zarzuela que echaron raíces en Monterrey. Se dice que el timbre de tenor del maestro Domingo fue identificado por el barítono regiomontano Franco Iglesias, como lo menciona en sus relatos el maestro Gerardo Puertas, notable investigador y promotor cultural: “Su debut como estrella en el mundo operístico, se dio interpretando al Alfredo de ´La Traviata´, en el Teatro Florida de Monterrey”.
Por: Vicente Guerrero