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2 marzo, 2025
La emoción por Juan Gabriel sigue más viva que nunca. La proyección de su icónico concierto Mis 40 en Bellas Artes en las salas de Cinemex se transformó en una verdadera celebración popular. Lejos de limitarse a ver la función sentados, los asistentes se levantaron de sus butacas para bailar, cantar y rendir homenaje al “Divo de Juárez” con alegría desbordante.
Videos que circulan en redes sociales muestran a decenas de personas improvisando una pista de baile en los pasillos del cine. Cuando comenzó a sonar Noa Noa, el ambiente se volvió imparable: los aplausos, los coros y los pasos de baile convirtieron la proyección en una fiesta inesperada pero muy sentida.
En ciudades como Torreón, el homenaje fue aún más efusivo. Algunos asistentes llevaron botellas de tequila y repartieron “shots” entre el público, provocando un momento viral que no tardó en aparecer en plataformas como TikTok y X (antes Twitter). Al grito de “¡Shot, shot, shot!”, la emoción colectiva alcanzó su punto más alto, mientras Juan Gabriel brillaba en la pantalla con su inconfundible voz.
Las reacciones no se hicieron esperar. Mientras muchos aplaudieron la espontaneidad del homenaje, otros señalaron que este tipo de celebraciones no son apropiadas dentro de una sala de cine. Sin embargo, lo que es innegable es que el legado de Juan Gabriel sigue tocando el alma de sus seguidores y generando momentos únicos, incluso años después de su partida.
Más allá de las normas y la sorpresa, este fenómeno refleja la conexión profunda entre un artista y su público. El “Divo de Juárez” no solo sigue vivo en la memoria colectiva, sino también en cada canción coreada, en cada paso de baile y en cada lágrima que aún provoca su voz.
*Este texto fue revisado por una inteligencia artificial (IA).