Laura G llora al recordar su affaire con Loret de Mola

En 2011 el escándalo alcanzó a Laura G y Carlos Loret de Mola, al ser captados infraganti por paparazzis en una cabaña del parque Nacional La Marquesa en el Estado de México, lo que destapó su affaire. Es este 2020 que la conductora de televisión habló honesta de esto, y en medio de lágrimas, recordó que tan sólo era una joven de entre 20, 22 años.

G fue apoyada en redes sociales por su entereza y sinceridad sobre lo que uno hace mal por amor. Aunque más que un error, la conductora lo toma como un aprendizaje.

El hecho de que Loret fuera casado hizo más grande el escándalo y pese a que ella aseguró que iban otras personas, parte del equipo de Primero Noticias, la prensa investigó todo lo que rodeó esa cita y se comprobó que solo eran ellos dos. Honesta, y ahora con un matrimonio estable, la conductora reconoció su error, al participar en Venga la Alegría en una mesa de análisis sobre los “Enamorarte de la persona equivocada”.

“Yo me enamoré de la persona equivocada y el precio es muy alto. Altísimo. Y es muy complicado porque cuando estás ahí como que estás cegada, por la admiración, por falta de autoestima, por problemas en tu familia, y por más que la gente te dice cómo estás ahí, tú dices es el amor de mi vida y pues te quedas ahí”, explicó.

“Con el tiempo te das cuenta que no se trata de un error, sino de un aprendizaje. En mi situación lo veo como un aprendizaje. Aprendí lo que quiero y lo que no para mi vida”, apuntó.

Señalada por muchos años como la amante de su jefe, Laura G, tuvo que sanar y pedirle perdón a sus padres.

“Han sido muchos años de cargar ese equipaje. Yo recuerdo que salía a un restaurante y me señalaban, como si hubiera matado a cientos o cincuenta mil personas. Era muy chica, tenía 20 o 22 años, ahora pienso muy diferente. Lo que no se vale es que te sigan juzgando por un error que cometiste en la vida y te lo sigan recalcando. Fueron años de tristeza, años de aceptar lo qué pasó, de pedirle perdón a mis papás, pero pedirme perdón a mí misma y esa fue mi sanación”, mencionó entre lágrimas.

“Hubo momentos donde ya no quería vivir, donde quería huir. Tuve una mamá, un papá y un hermano que preguntaban cómo íbamos a sobrevivir. Y lo mejor fue eso, sobrevivimos”.

“Modifique mi vida y mi comportamiento para tener esa familia que tanto soñaba”.