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3 septiembre, 2020Murió Mercedes Barcha, la mujer detrás del gran hombre con quien antes de la gloria vivió épocas de gran pobreza y a quien Gabriel García Márquez reconoció como causante del éxito de su más reconocida obra. Contaba que ella empeñó todo lo que tenía para enviar por correo “Cien Años de Soledad”.
Barcha falleció a los 87 años de edad en la Ciudad de México y fue esposa de Márquez por 56 años. Su nombre tuvo fama gracias al reconocimiento por su marido, porque si buen él fue el autor de sus letras, no lo hubiera logrado sin el trabajo administrativo de ella y sus cuidados, reporta el diario “El País”.
Cuando Gabriel García Márquez terminó “Cien años de soledad”, en los años sesenta, él y su esposa fueron al correo en México para enviarlo a la editorial en Argentina que estaba interesada en el libro. Un funcionario allí pesó el manuscrito y dijo que el envío costaría 83 pesos, pero Mercedes -que era la administradora de la familia – dijo que no tenía más que 45. Los dos decidieron enviar entonces tan solo la mitad del manuscrito, la parte que podían pagar, y se quedaron con el resto con la esperanza de enviarlo después. “Entonces nos fuimos a la casa y Mercedes sacó lo último que faltaba por empeñar’‘, contó Gabo. Empeñó el calentador, su secador de pelo, la batidora, y así Mercedes logró enviar el resto de la novela que hizo legendario a su esposo. “Ahora lo único que falta es que la novela sea mala”, le dijo entonces, enojada.
Jaume Abello Banfi,director general de la Fundación Gabo, la calificó:
“Su personalidad era única, una mezcla singular de inteligencia absoluta, fortaleza de carácter, pragmatismo, curiosidad, sentido del humor y hermetismo’‘, expresó en un comunicado de condolencia Jaime Abello Banfi, director general de la Fundación Gabo. “Querida Mercedes, que fuiste polo a tierra, jamás te olvidaremos. Tu recuerdo nos inspirará”.
Fiel a que su hogar corriera correctamente, Mercedes era devota de la literatura y era la más dura juez para su esposo. Cuando Gabo estaba terminando “Cien años de Soledad”, dijo en un momento que la crítica que más le preocupaba era la de su pareja. “La expresión en su cara me aseguró que el libro iba por el camino correcto’‘.