
“No sé en donde me contagie”:Alfredo Adame dio positivo al Covid-19
8 diciembre, 2020
“Todo fue una broma y a mi abuela la amo”: Paula Levy
14 diciembre, 2020
Julio César Chávez rescató del mundo de las drogas a Rafael Amaya, protagonista de “El Señor de los Cielos”, al ingresarlo a su centro de tratamiento de adicciones, localizado en Culiacán, Sinaloa.
“Gracias a mi gran amigo Rafael Amaya por compartir con nosotros parte de tu vida y tus logros en esta nueva etapa , dios te ha bendecido y renovado”, publicó el campeón de box en la cuenta oficial de Facebook de la clínica con una fotografía acompañado de Amaya.
Rafael Amaya hoy reconoce que de seguir consumiendo drogas y alcohol diariamente, iba a terminar por perder la vida. Sin embargo, fue internado contra su voluntad por su amigo Roberto Tapia, quien en conjunto con la hermana del actor, Fátima Amaya y su mánager, Karem Guedimin, decidieron tomar acción o lo perderían.
Julio César Chávez lo apoyó y le aconsejó: “sálvale la vida, yo pasé por eso y sé lo que se siente”.
Rafael Amaya le solicitó a Tapia ayuda y argumentó que “no podía solo”, aunque luego su reacción fue de enojo al descubrir que lo llevó con engaños a la clínica, prometiéndole un nuevo proyecto laboral.
Al cerrarse las puertas Amaya descubrió lo que se trataba: “Al llegar a la clínica cerraron el portón y salió todo el personal y ahí se dio cuenta de lo que se trataba y se enojó mucho, les dijo a mi manager: ‘dígale a mi compadre que ya no es mi compadre’, me trajeron con engaños, es un secuestro”, comentó.
Rafael Amaya recibe ayuda en la “Clínica Baja del Sol Culiacán” con ayuda psicológica y en el espiritual.
El pulgista también atravesó problemas de adicciones y hoy con su clínica busca servir a más personas con esta problemática.
VIVI UN INFIERNO: AMAYA
En entrevista con People, Amaya narró el infierno que vivió preso de las drogas y que fue el éxito de su personaje de Aurelio Casillas el que lo perdió de la realidad.
“Soy un ser humano, no soy un robot. Me dejé llevar por el alcohol, las banalidades”, confesó arrepentido el actor quien en medio de la vorágine de la fama creía que las personas no estaban a su nivel si no tenían autos lujosos y yates. “Estaba cegado por el manto oscuro de la drogadicción”.
El primo hermano de Rafael Amaya, Carlos Appel, es director de la clínica de adicciones .
Julio César Chávez declaró que el famoso llegó en un estado psicótico y creyéndose El Señor de los Cielos.
“Cuando llegó, la verdad no le quisimos decir a Rafa, pero sí llegó un poco psicótico, todavía creyéndose el señor de los cielos. Pero pasaron los días y ahora meses, y la evolución de Rafa ha sido increíble”, contó el boxeador.
“Es un hombre noble. Como todo ser humano, tenemos errores en la vida. Lo difícil no es caer, lo difícil es levantarse y eso hay que valorarlo”, opinó.
Amaya siente que renació, quiere recuperar lo perdido, volverse a enamorar, trabajar y seguir adelante con sus ángeles guardianes.
“Estuve mucho tiempo solo, haciéndole mucho daño a mis seres queridos, a mis amigos, a mis compañeros y al público también. Pero lo que más me duele haber perdido es el tiempo con mi familia, con mis amigos”, reconoció.
“No sabía que alrededor de mí tenía gente tan hermosa, [que] había gente que me quería tanto y me apreciaba. Ahora siento que me quitaron la venda de los ojos”
“Con todas las bendiciones que se han presentado otra vez siento que renací. Tengo fe, tengo amor, esperanza, planes”.

